Ato, E.,
González, C. Carranza, J. A. y Ato M. (2004). Malestar y conductas de
autorregulación ante la Situación Extraña en niños de 12 meses de edad. Psicothema, Vol.16 (1), 1-6.
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=qaXcjExnhbM
Este
trabajo de investigación tiene como objetivo estudiar, gracias a la muestra de
49 niños/as de 12 meses, la respuesta y el grado de malestar que se genera ante
una Situación Extraña (Ainsworth y Witting, 1969) y las estrategias de regulación
emocional que eligen y usan los niños ante una exposición de estrés y/o
malestar (cambia la atención del estímulo que le produce malestar, busca
consuelo o bienestar, y/ o se focaliza a lo que le produce malestar). Con el
estudio, también pretenden identificar si en las respuestas de los niños hay
relaciones significativas ante factores de origen endógeno (temperamento) del
niño como exógeno (disponibilidad del adulto).
Parten de
unas hipótesis con el objetivo de responder;
-
Se espera que las estrategias más
autónomas estén asociadas a menores niveles de expresión de emoción negativa,
mientras que las estrategias de regulación menos sofisticadas estén
relacionadas con una mayor intensidad de la expresión emocional negativa.
-
El uso y elección de una determinada
estrategia de regulación, es influenciada por factores como, el nivel de
evolutivo del niño, el carácter endógeno y exógeno.
-
Parten que los niños con alta reactividad
negativa puede que necesite la asistencia de sus cuidadores más a menudo, por
tanto, experimentarán mayor ansiedad en respuesta a la situación de alto estrés
y desplegarán estrategias menos autónomas y efectivas.
a) Método: para llevar a cabo este propósito los
investigadores diseñan
a priori un procedimiento para poder
estudiarlo y seleccionan a una muestra de niños en la que aplicarlo. Podrías
indicar:

La muestra la forman 25 niñas y 24 niños sin anomalías
físicas ni psíquicas, ni problemas de desarrollo. Proceden de familias de un
nivel socioeconómico medio de la región de Murcia.

Para medir el temperamento infantil, se usó un informe
materno que contesta al cuestionario Toddler Behaviour Assessment Questionnaire
(Goldsmith,1988). Considerando dos dimensiones de la emocionalidad negativa: propensión a la ira (llanto, protesta,
los gritos u otros signos de ira) y miedo
social (inhibición, ansiedad, retirada o signos de timidez).
Para medir el grado de malestar de los niños dentro el
laboratorio, se sometió a los niños a situaciones estresantes; separación de la
madre, contacto con persona extraña (versión modificada de la Situación Extraña
(Ainsworth y Witting, 1969). Considerando dos índices de malestar: Intensidad de la expresión de malestar
(puntuación de 0 a 3) y Intensidad de las
vocalizaciones de malestar (puntuación de 0 a 5).
Para medir las estrategias de autorregulación del niño en
el laboratorio se codificó su frecuencia de su uso gracias al trabajo de
Grolnick, Bridges y Conell (1996) simultáneamente con el malestar
experimentado. Considerando 6 estrategias posibles; Implicación activa en el juego, uso pasivo de los objetos,
autotranquilización física, autotranquilización simbólica, búsqueda de
proximidad y contacto y búsqueda de la madre.

Todo el procedimiento fue grabado en vídeo, y las muestras
se codificaron a posteriori por observadores ajenos a las hipótesis de trabajo.
Los pasos fueron los siguientes:
Primera fase: familiarización.
1-
Madre e hijo entraban a la sala de observación, durante 10
min, para la familiarización con el espacio y experimentadora.
2-
Hijo se queda realizando tareas para la medida del
temperamento.
3-
Madre, en la sala subyacente, le dan el cuestionario TBAQ
para el cumplimiento en el hogar.
Segunda fase: versión modificada de la Situación Extraña
(Ainsworth y Witting, 1969).
1)
La mujer desconocida (experimentadora) entra en la sala
donde están madre e hijo, e inicia una conversación con ella.
2)
Madre se va. Quedan solos niño y experimentadora. Pudiendo
consolarlo o jugar con él si presenta ansiedad.
3)
Madre entra en la sala y extraña sale. La madre es libre
para realizar lo que considere (en el caso que lo necesite) para tranquilizar a
su hijo. Primera fase de reunión.
4)
La madre vuelve a abandonar la sala y deja al hijo solo 30
segundos.
5)
La experimentadora entra e intenta consolar al niño (en
caso de presentar malestar o llanto)
6)
La madre entra y experimentadora sale. Segunda fase de
reunión.
b) Análisis de datos y resultados: tras la recopilación de datos el
investigador tiene que tratarlos estadísticamente para comprobar si las
hipótesis planteadas se aceptan o rechazan y determinar cómo las variables se
relacionan entre sí. Según los resultados de la investigación:

Los resultados muestran que la relación entre malestar y
autorregulación (calculado por la correlación de Pearson) son:
-
La implicación activa
en el juego se asocia con menores niveles de malestar.
-
Las estrategias menos flexibles y dependientes del estímulo
(Uso pasivo de
los objetos, Búsqueda de contacto,
Búsqueda de la madre) se asocian
a niveles más altos de malestar.
-
La estrategia de autotranquilización
física no se relacionó significativamente con el malestar.

Después de realizar con el análisis de regresión
multivariante con las dimensiones (temperamento) de Miedo Social y Propensión a la ira, y por el otro lado del malestar
exhibido como variable de respuesta, los resultados son:
-
Niños que apuntaban más alto en miedo, también daban un alto malestar en el laboratorio.
Los resultados de las variables de temperamento con el uso
de estrategias de autorregulación, son:
-
En la dimensión propenso
a la irá, no resultó significativa.
-
Niños que apuntaban más alto en miedo buscaron más el
contacto con el adulto y se implicaron menos en el juego
-
El miedo no resultó significativo en el Uso pasivo de los objetos,
autotranquilización física y Búsqueda
de la madre.
-

El adulto
influye en el malestar expresado, rebajando el malestar en las situaciones
donde el niño está acompañado de un adulto, al contrario del estar solo. Los
resultados para las estrategias de regulación utilizadas en relación con la
influencia de un adulto, se observó de forma similar la implicación activa como el uso
pasivo de objetos tanto con la madre como con la experimentadora, y menos
uso cuando están solos. La estrategia de autotranquilización
física se utiliza con mayor frecuencia cuando el niño está con la madre que
cuando está solo. Con la búsqueda de
contacto se observó que busca a la madre y en menos grado a la
experimentadora, y la estrategia de buscar a mamá no resultó significativa ya
que no existieron diferencias.
c) Discusión y conclusiones: una vez obtenidos los resultados toca ver
si se asemejan o difieren de los resultados obtenidos por otros autores,
discutiendo el porqué de estas semejanzas o diferencias.

Los niños con altos niveles de malestar utilizan
estrategias de autorregulación más primitivas y menos eficaces por la relación
que creen que hay con la intensidad del nivel de malestar. Pero este trabajo no
permite apuntar a las causas de esta relación.

El temperamento miedoso es el que más grado de malestar
presenta (como se predijo) en todas las situaciones y utilizan en menos medida
la implicación activa, a favor de la búsqueda de contacto (más dependiente).

La
implicación del adulto genera la elección y uso de estrategias más sofisticadas
y autónomas, como jugar activamente. El aumento de contacto físico, el visual,
una mirada, una sonrisa, cualquier contacto y feedback hacia el niño por parte de
cualquier adulto (si es la madre mejor) genera una vinculación positiva y de
seguridad, que al contario que creen algunas teorías, genera respuestas más
autónomas y la elección de estrategias para resolver conflictos más
sofisticadas que la autotranquilización física (y el apáñate y muy buenas). Por
tanto, creo que la implicación del adulto es positiva, reguladora, generando
paz y sobre todo porque el amor que siente es la fuerza del cambio, que le
empuja a crecer y a confiar en lo que tiene alrededor.
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