Poesía en la gramática de la fantasía


*  Un limerick.



Érase la maestra sabionda,

alegre los números nos enseñaba,

contando el uno dos y tres

parecían bailar a sus pies,

érase matemática la rata sabia.



La técnica del “Limerick” se caracteriza por ser un género organizado y codificado que sigue una estructura clara y sencilla de cinco versos. El primer verso, se escoge un protagonista y unas cualidades. En este caso, me inspiré en una maestra que sabe de matemáticas. En el segundo verso, se hace referencia a sus cualidades y posibilidades de acción: enseñar, ser alegre. En el tercer y cuarto verso se realiza el predicado: contar y dominar los números. En el quinto y último verso es la elección del epíteto final. Para realizar el Limerick, me he inspirado en la figura de la maestra de matemáticas porque quería jugar con los números y hacerlo lo más significativo y cercano posible para los niños de infantil y así motivarles para que crearan uno propio acerca de cosas que les gusta del colegio. Es una herramienta que posibilita a través del juego de palabras conocerse mejor y divertirse, aprendiendo pequeñas construcciones poéticas.




 Fuente: https://plared.files.wordpress.com/2014/10/magia-y-literatura.jpg?w=645&h=641


*  Una adivinanza.


Al mover mis ojos con tus dedos

Mi boca se abre y se cierra.

Jugando me gana la piedra,

pero del papel soy la reina.





La técnica de la adivinanza pone en marcha tanto la imaginación como la lógica y nos ofrece practicar de forma significativa las metáforas, las comparaciones y las asociaciones de manera extraña y divertida.

Siguiendo los consejos de Rodari el primer paso es, observar desde el extrañamiento un objeto como si fuese la primera vez que lo viésemos. Yo he escogido las tijeras por ser un objeto que a los niños les fascina. Tiene dos agujeros normalmente de plástico, dos barras de metal afiladas y cortantes todo esto unido en un punto, cuando se mueve corta. La segunda operación ha sido la asociación y comparación; he comparado su forma a dos ojos y una boca y he querido asociarlo al juego << piedra, papel y tijeras>> porque me parecía divertido, aunque no sé del todo si funcionaría para adivinarlo. La tercera operación es una metáfora, que en este caso creo que es la reina del colegio, pero también asociarlo con que las tijeras ganan al papel. En la última fase es darle una forma atractiva a la adivinanza, donde me he fijado en la rima, he intentar a base de cambiar las palabras del orden simple jugar con las rimas.







Bibliografía:

Rodari, G. (2008). Gramática de la fantasía. Buenos Aires: Ediciones Colihue.

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